Creo que concuerdo plenamente con la idea de que cada vez es más difícil alcanzar a las personas con los medios tradicionales. Especialmente con la televisión, porque de verdad que no tenemos tiempo, muchas veces ni siquiera para prender la tele (lo cual no deja de ser completamente negativo, ya que creo que ésta nos vuelve como las boring brown cows). Pero, a pesar de que sea un conocimiento más o menos común de que hay que innovar en métodos de publicidad, muchas empresas ( y muchas de las grandes), siguen insistiendo en publicar y publicar en medios comunes, midiendo como locos la frecuencia y alcance de sus comerciales, para sacar estadísticas y evaluar de esta manera las funciones de marketing... pero, dado que tiene un costo el publicitar por TV, y sobretodo en tiempos en que hay peaks de ratings, donde los costos se disparan, muchas empresas ( y muchos departamentos de marketing conservadores) terminan publicitando en horarios donde no está ni siquiera su público objetivo, pero alcanzan la "frecuencia" y los índices de llegada, lo que a mi parecer no hace mucho sentido.
Cuando se mencionaba la innovación en marketing, se me vino a la mente una de las ideas más creativas, a mí parecer, que he visto en Santiago. Iba hace un año en la línea 1 del metro, hacia San Pablo, cuando en la pasada del metro La Moneda, hacia República, en medio del túnel, había unas luces que titilaban, formando una imagen de una de las universidades que hay por el sector. Obviamente que todavía recuerdo qué universidad era (que no la voy a nombrar sin que me paguen :) ) pero, el punto es que era completamente innovador, no te quitaba tiempo ( tiempo hundido de ir en el metro mirando cuando llegas a tu estación), y era hasta entretenido de mirar...
Bueno, lo que quiero dcir con todo esto, es que fuera los convencionalismos, desde como somos ( vs que esperan que deberiamos ser), qué hacemos, y si tenemos algo en mente diferente, que no nos calle el status quo, ni la comodidad de dejarse llevar por lo que ya está listo, porque de verdad que si nos dejamos llevar, nunca construiremos ni seremos parte verdadera de lo que vivimos, y tampoco disfrazarse con que " Chile no está preparado..." porque somos nosotros quienes lo preparamos para.